Los medios de comunicación y la
lectura: una relación de amor-odio.
En la actualidad observamos un gran cambio en la ciencia y
principalmente en la tecnología y más específicamente de las Tecnologías de la
Información y la Comunicación o como se le intenta llamar ahora Tecnologías de
Acceso al Conocimiento, que si bien no han sido de acceso a todos los sectores
y contextos sociales en México por diferentes circunstancias sí tienen un
impacto importantísimo en la población joven. De manera general quiero retomar
un texto que llama mi atención porque retoma una pregunta que en mi experiencia
docente en nivel medio superior llama mi atención y que tiene que ver con cómo
lograr mediar la tecnología y la lectura y sobre todo que pueda tener un
impacto en los jóvenes, es decir que a lectura siga cumpliendo con una función
social.
Al leer a Roxana Morduchowics en su artículo “Lecturas,
escrituras y medios de comunicación”, reflexiono que los jóvenes tienen muchos
modos de leer en la actualidad, es decir, son varios los textos que están a la
disposición tanto impresos como gráficos e incluso orales. Existe una
convivencia de la cultura letrada, la oral y la audiovisual. Los jóvenes de hoy
son la generación multimedia, están rodeados de medios de comunicación y todos se superponen, ningún medio excluye a
otro sino que lo complementa.
Morduchowics sugiere que usar menos la computadora no
significa leer mas, sino todo lo contrario, que los jóvenes que la usan más son
más lectores cuando los usos que se hacen de la computadora son los adecuados,
es decir buscando información, trabajando en plataformas, resolviendo tareas
cotidianas. Sin embargo, no solo es el uso “correcto” de los medios sino que la
presencia, como lo dije anteriormente, de imágenes, sonidos, videos y texto
suma a la habilidad lectora e interpretativa.
Las pantallas pueden estimular la lectura, por ejemplo a
partir del cine o las pantallas de televisión, donde una historia sea contada
con imágenes. Morduchowics dice que en un estudio realizado en Buenos Aires se
enlistaron algunas obras literarias que los jóvenes han leído porque primero
vieron las películas en el cine, tal es el caso de Narnia o Harry Potter, en
los espacios urbanos es fácil echar una mirada y ver las lecturas que los
adolescentes están haciendo y encontraremos que muchas son de historias
llevadas al cine.
Cabe la reflexión final de qué películas como profesorxs,
padres o adultos estamos recomendando a partir de la literatura o viceversa,
desde mi punto de vista deberían ser aquellas que además de aportar a la
subjetividad de los jóvenes los haga reflexionar de su actuar en el mundo, en
suma, aquellas que contribuyan al ejercicio del pensamiento crítico.
Bibliografía:
Morduchowics, Roxana (2011). “Lecturas, escrituras y medios
de comunicación”. En La lectura. El mundo de los jóvenes ¿una actividad en
riesgo? UNAM.
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